Carlos Camargo lleva dos años como defensor del pueblo. Durante su gestión hay alertas engavetadas, nombramientos cuestionados, informes confusos sobre la realidad del país y líderes sociales que denuncian el abandono.
El defensor del pueblo da la espalda y abandona un recinto de la Universidad del Valle donde estaban congregados representantes de la minga indígena y de comunidades afro, campesinos, sindicatos y estudiantes que buscaban ser escuchados durante el estallido social que sacudió el país por esos días.
Dice una lideresa social: “Hay un abandono claro del territorio, como que no se asume el compromiso de atender a estas comunidades, pero no solo por la Defensoría. Aquí la situación va de mal en peor".
La Comunidad de Paz dice: “Uno que otro defensor comunitario que ha pasado por aquí intentó mantener el compromiso de corazón y de la protección de derechos humanos, pero cuando eso ocurre los persiguen y los acaban trasladando”
“Han permanecido en silencio, no sólo ante crisis como la del paro en Madrid, sino ante denuncias de abusos de autoridad o de detenciones arbitrarias. Creemos que Elizabeth Valero estaba impedida desde el principio para ejercer el cargo", dicen desde Bakia, una organización social.