Los menores venezolanos que migran solos hacia Colombia padecen las mismas dificultades del proceso como si fueran adultos. Son cientos y están vulnerables. Mientras tanto, ninguno de los dos países ofrece una ayuda eficaz.
Solo en La Parada, el primer punto que encuentran los migrantes cuando cruzan el Puente Internacional Simón Bolívar, hay unos 272 menores de edad venezolanos no acompañados, según la Fundación Nuevos Horizontes Juveniles.
Como otros migrantes, los menores viajan solos en busca de oportunidades.. Una vez en Colombia o en tránsito por ella, están expuestos a redes de trata de personas, explotación sexual y laboral.
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