Una cosa es la Barranquilla, como ejemplo de progreso, que nos venden en las campañas publicitaria. Otra es la realidad social de la BarranquillaNoContada: reclutamiento juvenil, amenazas, extorsiones, desplazamiento y muertes.
La capital del Atlántico es apetecida por su ubicación entre el mar y el río Magdalena. Allí el narcomenudeo genera miles de millones de pesos cada año para organizaciones criminales.